La reforma de la UAGRM – Un reto cruceño III

La reforma de la UAGRM – Un reto cruceño III

Autor: Willi Noack

Publicado: EL NUEVO DIA, 5.5..99

Este tercer artículo es un alegato para que las fuerzas vivas, intra y extrauniversitarias, apoyen los esfuerzos para llevar a cabo la reforma de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), en beneficio del país, de la región, de los estudiantes y sus padres; en fin, de todos.

1. La comisión impulsará de la reforma propone como misión de la UAGRM: “La formación integral de profesionales para contribuir a la solución de los problemas en la sociedad boliviana; mediante la asimilación, aplicación, generación y difusión del conocimiento científico técnico y de la cultura; promoviendo el desarrollo sostenible que conduzca a la equidad y a la justicia social” (p.15). Es de suponer que implícitamente se incluyen los futuros problemas pensando con visión prospectiva en la futura demanda del mercado laboral, asegurando el desempeño del profesional en su rubro (ver el abogado-taxista) y anticipando actuales y futuras exigencias en cuanto a conocimientos, habilidades y aptitudes.

2. El entorno socioeconómico actual y futuro determina la oferta educacional.

Curriculum, investigación, difusión, postgrado, consultoría, tienen una estrecha relación con el entorno, con el cual debe existir un diálogo permanente.

Cuando cambian los paradigmas y se aprueban leyes que norman con una nueva filosofía y enfoque, se deben repensar – sin tabúes ni falsos respetos por “vacas sagradas”- las instituciones resistentes a tales cambios, e incluso reconocer la necesidad de cambiar la CPE, si fuera necesario.

3. Es una convicción casi generalizada de que el Estado es un mal empresario, pues las empresas estatales no obedecen a la racionalidad económica y desconocen la bancarrota, pues el Tesoro General de la Nación absorbe las pérdidas, en gran parte resultando de malos manejos.

Hoy, los gobiernos municipales autónomos, deben someterse a la fiscalización, pues administran dinero del pueblo, bajo la amenaza de la Ley “Safco”(1178).

Además, mediante la Ley de Participación Popular (1541) son controlados por la sociedad civil. El art. 185 de la CPE estipula, en cuanto a la universidad pública, que la “autonomía consiste en la libre administración de sus recursos”, pero, ¿puede interpretarse que el financiador, que es el pueblo, no tenga el derecho de exigir que se invierta bien este dineral para satisfacer sus necesidades? “La educación es gratuita”, dice el artículo 177 de la CPE, pero, ¿no existe la obligación de condicionar este privilegio a un buen rendimiento del “becado” evitando el abuso?

4. Bolivia está luchando contra la corrupción. El pueblo tiene el derecho de exigir que su casa de altos estudios siempre esté exenta de corrupción, y necesita pruebas palpables para depositar su confianza en su Universidad. Esta confianza depende de una transparencia total en los métodos de ingreso de alumnos, la contratación de docentes y personal, la elección de sus autoridades, excluyendo arbitrariedades e injerencias político-partidarias; caso contrario, no cambiará nada. El Plan de Desarrollo Universitario PDU 1998-2002 sostiene este reclamo.

5. La justicia social incluye el fomento y reconocimiento de la excelencia, tanto del docente como del estudiante y de los administrativos, como igualmente contempla sanciones, hasta la relegación de los recursos humanos desmotivados o ineficientes. Los mejores deben se promovidos, mediante ventajas que, además, favorezcan indirectamente a toda la sociedad. El Estado debe becar a los mejor titulados para cursar estudios de postgrado, y darles preferencia cuando solicitan empleo como servidores públicos y además podría obligar a estos privilegiados devolver al pueblo una aportación en forma de dinero o servicios.

6. Bolivia necesita mucha mano de obra calificada, a nivel de técnicos, por lo que no es lógico seguir formando profesionales en rubros ya saturados. En este contexto es necesario reconocer que la sociedad precisa los mejores, para con ellos mantener un equilibrio entre demanda y oferta en los futuros mercados laborales; caso contrario continuará produciéndose la “fuga de cerebros”, lo cual quiere decir que profesionales bolivianos formados con el dinero del pueblo emigran -¡pese a que Bolivia corrió con los costos!- sin aprovechar estos recursos humanos, a sabiendas de que ellos determinan el desarrollo del país.

Para reformar la UAGRM, implementando el PDU, probablemente, se precisaría una alianza formada por las fuerzas sociales que quieren el desarrollo humano, con acceso equitativo a las oportunidades, sin temer las fuerzas de resistencia que defienden su statu quo, su poder, sus privilegios y su influencia política. La reforma universitaria es un asunto público, y el pueblo debe sensibilizarse de que tiene derecho de exigir la excelencia para el bien de todos. Para cambiar se precisan mayorías sólidas; es un mito esperar que se pueda lograr un consenso. Dicen que la política es demasiado importante para dejarla en mano de los políticos; bueno, la Universidad pública es demasiado importante también para dejarla en manos de los políticos, los académicos deben jugar un papel importante.

PD: ¿Quien se opondría a asignar más recursos públicos a la Universidad si se garantiza que esta inversión es un buen negocio para Bolivia?

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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