Comparación

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 12.05.99

Por supuesto que 10 días de charlas intensivas con Prefectos, Alcaldes, docentes universitarios, intelectuales, empresarios, indígenas, directores de la cooperación internacional, colegas de la prensa, gente del pueblo, no son suficientes para captar acertadamente la situación de un país agitado por sus problemas, por demás conocidos aquí. Me refiero a una estadía en Colombia, a invitación de la agencia alemana de cooperación (GTZ) y de la Fundación Konrad Adenauer, para conocer la problemática colombiana y sus soluciones tentativas y, a la vez, hacer conocer las dificultades nuestras y explicar que solución de está dando en Bolivia a sus conflictos.

Colombia, país con una extensión territorial similar a la nuestra, pero con 5 veces más habitantes, enfrenta desafíos muy similares a los nuestros y sus soluciones tienden a apuntar en la misma dirección. Entre los problemas que eran el tema del mencionado intercambio de experiencias figura, principalmente, la consolidación de los procesos de construir una sociedad moderna que vive en democracia y en Estado de Derecho, con más equidad en el acceso a las oportunidades, cuidando su medio ambiente. Se trata de cambiar mentalidades, atitudes y buscar una administración pública eficiente, dentro de un modelo de economía social de mercado.

Hasta allí, nada novedoso, y la identificación de Colombia como país moderno se refleja en la Constitución Política de Colombia del año 1991, decretada, sancionada y promulgada por una Asamblea Nacional Constituyente, compuesta por 74 Honorables, que aspira el idéntico espíritu como nuestra CPE. Sin embargo, tanto en Colombia como en Bolivia, encontramos el mayor problema en que la teoría es otra que la realidad, y al final depende el éxito de con qué voluntad política y con qué convicción se aplican las normas modernizadoras para la convivencia.

Algunas apreciaciones muy personales tal vez sirvan para aclarar la situación, demostrando cuáles son y en qué medida se asemejan los problemas.

Artículo 1 de la Constitución Política de Colombia reza:

“Colombia es un Estado de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en prevalencia del interés general.”

Sin duda que esto todavía no es una descripción del hoy, si bien determina la meta para el futuro, pues hoy muchos de estos nobles principios no están dados, en vista de una impotencia del Estado de ejercer su soberanía en todo el territorio nacional, de una tasa de desempleo de 19,5%, de niveles de corrupción alarmantes, de un control social incipiente, de una descentralización “chuta”, por carecer de transferencia de suficientes recursos financieros a los niveles inferiores.

Frente a la crisis económica (para 1999 se espera un crecimiento económico de sólo 1%), también hay cuestionamiento del modelo económico vigente.

“El Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacia de los derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad”, Art. 5 CP de Colombia, ¡pero cuán lejos queda esta garantía de la inseguridad que aterroriza en casi cada momento y que es casi omnipresente! Vivir bajo este stress del miedo, hace valorar a nuestra seguridad y convence que debemos defenderla a toda costa. Seguridad es como oxígeno: Ni siquiera nos damos cuenta de la existencia de este elemento vital, pero cuando falta, se apaga la vela. Todavía podemos aprender su importancia, pues ya en 4.000 msnm se siente el efecto de su escasez, y un momento de reflexión y recuerdo sirve para asignar a la seguridad el sitio que la corresponde. Hay que distinguir entre sentirse subjetivamente amenazado y estar de verdad y objetivamente en peligro, pero en cuentas resumidas no cambia que ambos resultan en la pérdida de felicidad, para gozar de un hermoso país y de su gente.

Debemos hacer grandes esfuerzos de luchar decididamente contra cualquier amenaza de poner en peligro este “oxígeno”.

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack