La globalización: luz y sombra

La globalización: luz y sombra

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 14.07.1999

Aclaración necesaria:

Escribo este artículo como un economista profundamente convencido de que el menos defectuoso orden económico real es la economía social de mercado. Al mismo tiempo, critico al neoliberalismo de corte norteamericano, implementándose en casi todos los países el globo, fenómeno bautizado con el nombre “globalización”. Ambos órdenes utilizan el funcionamiento del libre mercado para la óptima colocación de los factores productivos, por lo tanto son parecidos. Pero al mismo tiempo son muy diferentes, pues la economía social de mercado reconoce la responsabilidad social y la solidaridad y puede ser considerada como un “cruce entre capitalismo y socialismo. Es el modelo noble que ahora tiende a perder una batalla y, quizás, la guerra contra el neoliberalismo, versión inhumana del capitalismo, como esté artículo pretende demostrar.

1. El capitalismo, en estos tiempos, es el paradigma universal: el neoliberalismo es el modelo globalizado.

La versión del capitalismo de los EE.UU. es el modelo vigente después de la bancarrota del mundo socialista-comunista, con raras excepciones de socialismo sobreviviente (Cuba, Corca del Norte) y la economía social de mercado en algunos países.

· Mundialmente, se lo implementa, con intermediación del FMI / BM y la OMC, bajo las normas de la liberalización, desregulación y privatización (“capitalización”)

· Las promesas: Generar bienestar económico para el mundo entero y seguridad colectiva. Permanentemente se habla sólo de lo positivo y no del lado negativo.

· Hubo una primera “globalización” entre 1880 y 1914; por lo tanto, podemos aprender ciertas lecciones de la historia.

2. Principales características del capitalismo globalizado.

· Fusión de mercados y empresas en todo el mundo, como también de conocimientos y culturas, mediante el libre comercio de bienes y servicios y, ¡sobre todo, a partir de los años 80!, el flujo totalmente liberalizado del capital financiero.

· Esta globalización del capitalismo llega al último rincón del mundo.

· 53.000 empresas transnacionales, con 450.000 sucursales, realizan dos tercios del comercio internacional con sus fábricas y canales de distribución.

· Ellas ocupan tecnología de punta, aprovechan de la economía en escala y tienen excelente intercomunicación.

· Objetivo sagrado: Maximizar la ganancia del capital invertido, mediante productividad, que genera competitividad óptima, en la jerga del capitalismo: Maximizar el “shareholder-value”, en español: el valor que recibe el accionista-capitalista.

· La tecnología moderna (transporte, telecomunicaciones, maquinaria robot eliminando mano de obra, etc.) permite producir y llegar a los mercados con precios unitarios muy bajos. La tecnología ultramoderna facilita la cobertura del globo con sistemas de comunicación pero eso no es su origen, mucho meno su objetivo, es meramente un instrumento ideal para maximizar ganancias. En 1913, una comunicación telefónica entre Londres y Nueva York tardó sólo un minuto.

· Las empresas trasnacionales necesitan mercados, muy grandes y sin proteccionismo para vender la producción en masa, por su estructura de costos.

· Los capitalistas, a través de sus fondos de inversión son omnipotentes, hasta más poderosos que muchos países soberanos. El capital concentrado en manos de fondos de inversión busca exclusivamente el lucro y circula libremente por el globo, generando auge al llegar, y, al retirarse, un desastre. Hay especulación contra monedas. El capital juega al gato y el ratón, no (re)conoce responsabilidad social. La especulación puede ser más poderosa que el FMI.

· Permanentemente se busca la mejor oferta mercantil en el mundo (la cual se conoce por la transparencia de la oferta gracias a las telecomunicaciones), léase, comprar al precio más bajo ofertado, sin preocuparse de las condiciones sociales y/o ambientales (ver Taiwán) que abaraten los costos, fomentando el dumping social y ecológico. Prevalecía única de ley de la oferta y la demanda.

· Existe un marcado egoísmo entre los protagonistas que exigen libertad de comercio sólo cuando les conviene, como en las subvenciones al agro en EE.UU., Europa y Japón.

Bibliografía consultada:

· Die 10 Gloablisierungslügen (Las 10 mentiras de la globalización), Gerald Bonberger, Harals Kilemnta, 1998

· Die Globalisierungsfalle (La trampa de la globalización), Hans-Peter Martín, Harald Schumann, 1996

· Globalisierung und Wettbewerb (Globalización y competencia), Reinhold Biskup, 1999

· Revista “Der Spiegel”, Nos. 26 y 27, 1999

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.