DS 24.327

DS 24.327

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 08.08.99

Bolivia cuenta con una disposición legal de gran importancia, promulgada el 28 de junio de 1996, que tiene el siguiente contenido, sólo resumiendo lo más destacable; en las consideraciones leemos:

· Todos los ciudadanos tienen la obligación de contribuir a la conservación y al mantenimiento de la infraestructura vial.

· Los avances tecnológicos hacen que los vehículos tienen mayor capacidad de carga.

· Con normas actualizadas se pretende preservar las inversiones en infraestructura vial y su buen uso.

Por estas consideraciones, hace más que tres años, se decretó el peso bruto máximo permitido en toneladas métricas, que incluye el peso del vehículo y de su carga en 45 tm.

El control está a cargo de prefecturas departamentales a través del SDC, o de terceros contratados al efecto, quienes contarán, si fuese necesario, con el apoyo de la Policía Nacional.

En caso de infracciones, se debe:

· Descargar, con carácter irrestricto y obligatorio, el exceso de carga …, para que el vehículo pueda continuar. La descarga y custodia de la carga excedida … corre por cuenta y riesgo del propietario del vehículo.

· Paga una multa, según el exceso, que, teóricamente, debería haber sido actualizada tres veces desde 1996, vigencia a partir del 1 de diciembre de 1996.

· El conductor guardaría detención por 48 horas.

· Serán pasibles a sanciones el propietario del vehículo y el conductor.

Otro artículo del DS 23.327 es de gran importancia:

Las Prefecturas pueden restringir … al tránsito en las carreteras de tierra, grava o asfalto por causas y condiciones determinantes.

Hasta aquí la teoría, pues esta disposición no se cumple e incentiva la corrupción en un 30%, según opinión publicada. El tema está en el crisol, y autoridades prometen cambios. La ley será “revisada y rediseñada”. ¿No será más fácil simplemente aplicar la ley?, pues parece que las sanciones son adecuadas para evitar el exceso de carga, que es “el mayor depredador de los caminos”, según el Ministro Lupo.

En nuestro departamento existen 2.995 km, cuyo mantenimiento está a cargo del SDC, de los cuales 2.195 km, es decir el 75%, debían ser mantenidos, según informa del mes de febrero de 1999, y dentro de este plan del mantenimiento rutinario, unos 1.500 km una vez por año, y 700 km dos veces por año. Pero, el informe advirtió que el presupuesto insuficiente no permite atender a más que 1.500 km. La realidad, por lo tanto, es que los camiones sobrecargados siguen destruyendo las carreteras y el mantenimiento es insuficiente. Pero, el mantenimiento parece como el inútil intento de curar síntomas.

El origen es nomás la sobrecarga. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, un sólo camión de 40 tm; durante su vida útil, destruye tanto el asfalto igual a 163.840 coches de una tonelada métrica.

Bajo el enfoque económico, la sobrecarga permite aumentar la ganancia del transporte, pero la colectividad paga por las consecuencias; en otras palabras, la sociedad subvenciona al transportista por no aplicarse el principio de pagar tasas por el uso de las carreteras en relación al grado de destrucción que se causa por este determinado uso. Otros costos económicos son los accidentes, la intransibilidad durante prolongadas temporadas, el latente peligro de desgracias, etc. En cuanto al deterioro intraurbano por los camiones de alto tonelaje, son alarmantes además los daños que causan al sistema subterráneo de servicios y a los cimientos de casas particulares.

Según información fidedigna, en Argentina funciona bastante bien la privatización del servicio, todos pagan peaje, las carreteras se encuentran en un buen estado, so construyen más carreteras, y la sobrecarga se descarga forzosamente. Por supuesto, el servicio cuesta: por ejemplo, un coche particular paga US$ 3,90 por una distancia de 230 km. Me dijeron que no hay corrupción.

En el fondo, se trata una vez más de un caso de maximización de la ganancia particular en desmedro de los intereses colectivos, por falta de aplicación de disposiciones que pretenden evitar justamente este egoísmo.

Es hora de repensar la situación, reconsiderar el ferrocarril para largas distancias y el “tranvía” metropolitano, sobre todo si miramos con visión a Santa Cruz, que pronto tendrá dos millones de habitantes.

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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