Demasiado tarde

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 05.01.2000

Deseo lo mejor para todos Uds. al iniciarse un nuevo año. Se puede constatar que después del 5 de diciembre se escuchan más y más voces y se leen comentarios cuestionando el voto a favor de “Don” Johnny. Al parecer, protesta ahora, demasiado tarde, gente que hubiera podido anticipar las sorpresas con un poco más de olfato, confiando ingenuamente en las tantas promesas. Alguien me dijo (ni con juicios me van a poder obligar a revelar la identidad de este informante) que si hubiera llovido torrencialmente como en días pasados el día de la elección, si se hubiera amontonado la basura en ese entonces, mucha gente se hubiese dado cuenta de las deficiencias de la gestión pasada. Pero, ahora el mismo Alcalde ya va a hacer las cosas mejor. ¿Con qué lema va a bautizar la nueva gestión, si la anterior era de “excelencia”? Todos los fines de año visitan ilustres hijos de esta tierra, y que ocupan importantes cargos en el exterior, su terruño natal. Es siempre un gran privilegio poder escuchar atentamente sus impresiones, pues desde la distancia en lugar y tiempo, y por disponer de parámetros de comparación, están facultados para analizar los relativos avances regionales. Con uno de estos distinguidos tuve el gusto y honor de hablar a menudo acerca de los cambios que detecta acá (no voy a relevar su nombre, sintiéndome totalmente protegido por la Ley de Imprenta).

Tengo la impresión de que la región y Bolivia pierden demasiado por no saber parar la fuga ce cerebros. Muchos ciudadanos de sobresalientes niveles no encuentran ofertas atractivas para quedarse en el país. Imaginándome que estos recursos humanos altamente calificados podrían trabajar en altos cargos, digamos de la administración pública, conformando un equipo de primera, apuesto que la copa sería nuestra. Hasta que esto suceda, que los mejores, una verdadera élite, reciban ofertas de trabajo en los cargos jerárquicos, va a pasar todavía mucho tiempo. Demasiado tarde, y demasiado tibio, se producen felizmente cambios, por ejemplo la institucionalización de la carrera del servidor público, la democratización de los partidos políticos, la contratación de expertos por parte de empresas privatizadas que pagan bien por un alto rendimiento. Sin embargo, si algunos partidos o instituciones y organismos siguen con la costumbre de ser dirigidos como en la época feudal, y mecanismos electivos sirven de legitimación seudodemocrática, no modernizamos con suficiente profundidad y demasiado tarde. Es demasiado tarda para luchar por los profundos cambios estructurales para consolidar la vida pública, aprovechando de la existencia de valioso capital humano, que tiene tantos conocimientos, experiencia y virtudes que logran hacer fulminantes carreras en el exterior. Se trata de personalidades que la región debe rescatar porque el desarrollo depende de la calidad de su capital humano. Para una operación de rescate no es nunca demasiado tarde, con ofertas materiales y responsabilidad, atribuyendo la participación a la conducta de la región y del país.

fecha: 2001-07-28 23:42:23

autor: Willi Noack

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