TITANIC Y EL BAILE FINAL – Ovidio Roca – 22.9.2010

El barco se hunde, la gente corre desesperada, ruidos y gritos angustiados, pero en el salón de baile un grupo, ajeno a todo este desastre, danzaba. Esta imagen de la famosa película muestra la capacidad del hombre de aislarse de la realidad y los problemas sobre todo en los momentos más críticos.

Cada año y cada día que pasa vemos como el ecosistema se destruye a nuestro alrededor, ahora apreciamos esto más por los medios y menos por la experiencia personal. Vemos las quemas en la tele y oímos los informes de los analistas, los datos estadísticos sobre los puntos de calor, o los desastres por las inundaciones, o lo insoportable del humo, o las sequías. Nos ilustran sobre la destrucción de los bosques como si fuera el relato de un evento deportivo. Tenemos, nos dicen, mil o diez mil hectáreas destruidas este año, o el nivel de contaminación del aire es 150 o 250.

Nos describen los eventos, nos informamos, pero no hacemos nada, o cuando eventualmente nos preocupamos pedimos que las autoridades actúen y lo que estas hacen es redactar un informe y pedir al nivel superior que resuelvan el problema.

Las autoridades Municipales y Departamentales elaboran y presentan diagnósticos y nuevos análisis y elevan sus quejas al gobierno central. Aunque ellos y nosotros sabemos que en esta coyuntura el Gobierno del Altiplano ¨esta en otra¨, esta en su proyecto de poder totalitario, absoluto y discrecional y en el asunto de bosques y tierras se logran buenos apoyos ocupándola y distribuyéndola, especialmente las del oriente, con lo que de paso se elimina a las oligarquías contestatarias, donde oligarcas son los que no comulgan con el gobierno.

Un problema ambiental, dramático y cercano a nosotros, es el de la Reserva del Chore. Todos estamos informados, si queremos estarlo, que este ecosistema es el que contribuye de forma importante a regular la humedad, las lluvias, el agua, los vientos para las actividades agrícolas de las poblaciones del Norte y la calidad ambiental de la ciudad de Santa Cruz. Sabemos que cuando terminen de destruir el Chore, ya no será posible hacer agricultura a secano en el norte, que la desertificación avanzara y los vientos arrastran miles de toneladas de arena y basura, se formaran en Equipetrol dunas mayores a las que hay al Sur de la ciudad. Y nos preguntamos que hacen al respecto los interesados, los agricultores del Norte, los habitantes de estos pueblos grigotanos y sus organizaciones y autoridades y la respuesta es: Nada realmente efectivo.

El asunto de la ecología se ha convertido en algo mediático y manejado por ONG,s que también son mediáticas. Estas hacen talleres, informes y lo único efectivo es que los propietarios de esas ONG, viven bien. Cuando llegan las fiestas ecologistas, las organizaciones locales entregan a los niños unos cuantos arbolitos. Se distribuyen panfletos sobre el uso de barbijos y todos felices.

Aun tenemos poca claridad o decisión en el enfoque hacia los temas ecológicos. Es de lo mas extraño por ejemplo que de alguna manera se ha convenido pagar por la fijación de carbono en plantaciones forestales, pero no así para conservar los bosques en pie fijando el carbono y evitando que este fluya a la atmosfera con su tala, con el añadido que con la desaparición de los bosques se evita la producción de las lluvias, los ríos se secan, aumentan los vientos y se destruye la biodiversidad. En algunos países del Asia con el incentivo de los bonos de carbono, se empezó a destruir la floresta nativa y plantar árboles de las especies maderables fabricando bosques sin vida a su alrededor.

Lo preocupante es que aunque hay conocimiento sobre las causas y efectos de la crisis ambiental, no hacemos a nuestro nivel y región algunas cosas concretas: Por ejemplo no obligamos legalmente y efectivamente a los Ingenios Azucareros que no reciban la caña quemada. A las plantas lecheras y Mataderos, recibir la leche o ganado solo de aquellos que exhiban un Certificado Ambiental que garanticen que en el predio se aplican prácticas ambientales, entre ellas la no quema.

Que los Municipios en defensa del ecosistema y bienestar de sus ciudadanos apliquen fuertes multas a los que chaquean y queman los campos y usan las tierras sin respetar la capacidad de usos de los suelos según el PMOT y POP.

Que la Gobernación juntamente con los Municipios y con apoyo ciudadano inicien procesos legales para la expropiación de terrenos que no se usen de acuerdo a la norma ambiental y por deudas asuman la propiedad de esas tierras para destinarlas a reservas naturales.

Que los ciudadanos decidamos, cada uno y enseñemos a nuestra familia, no incurrir en prácticas contra el medio ambiente y convertirnos en propagandistas, fiscalizadores y guardianes, y a través de los medios de comunicación denunciemos a todos aquellos que conspiran contra nuestra salud y nuestro futuro. Castiguemos a los delincuentes ambientales en lo que les duele: el bolsillo, la economía, no comprando sus productos.

Se nos acusa a los latinoamericanos y con razón, que gustamos de las soluciones mágicas y de efecto inmediato. Si algo no funciona en la sociedad, buscamos cambiar las leyes, las que después no cumplimos, en lugar de trabajar en un proyecto de país preocupándonos por la eficacia de la gestión, en lo operativo y lo práctico; difícilmente enfrentamos con trabajo y dedicación, los problemas reales y concretos y menos con una perspectiva estructural, constructiva y de largo plazo.

Tenemos una absoluta desconfianza hacia las instituciones y las leyes, pero esperamos que las autoridades locales o el gobierno central, nos solucione absolutamente todo, hasta los problemas domésticos.

Esto puede ser cierto, pero cuando se hace carne una idea, la gente actúa con convicción y plena dedicación, ya lo vimos en Santa Cruz en su permanente lucha por la libertad y el deseo de integrarse al país y al mundo, buscando un destino mejor para todos. Los que formaron las instituciones cooperativas, los que hicieron las primeras industrias, los que lideraron las luchas cívicas, los que proyectaron y construyeron la infraestructura de Santa Cruz. Ellos tenían convicciones y valores, hace falta que retomemos esa senda y ahora en este angustiante tema de la destrucción de nuestro ecosistema encontremos los abanderados que urgentemente nos hacen falta y así recuperaremos el cielo mas puro de América.

Enviado por el autor ovidio roca avila [ovidroc@hotmail.com]

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