El TIPNIS, no es Pachamama? – Iván Árias Durán – 14.5.2010

El andinocentrismo en actual vigencia sigue las prácticas utilitario/despreciativas del Incario, la Colonia y la Republica con relación a los pobladores de tierras bajas  a quienes consideraban como “puchu jaques” (desperdicio humano), salvajes  y neófitos. Tal es así que pareciera que la Pachamama solo existiera en las alturas andinas y a la que se debe idolatrar, mientras que en las selvas tropicales habitarían dioses menores cuyos dominios deben ser poseídos por los representantes de la cultura mayor y superior.

Los pueblos indígenas de tierras bajas están preparando para este 20 de mayo una marcha hasta la ciudad de La paz, similar  a la de 1990 en la que con Dignidad le dijeron a Bolivia: existimos, somos una realidad!!!. Ahora, igual que entonces, reclaman que el Gobierno los respete y cumpla sus promesas. El Estado empresario que se está construyendo no respeta la consulta a los pueblos indígenas y atropella sus territorios como lo hacen los  madereros y cocaleros. El reinante nacional/ etnicismo a nombre del Estado se cree con el derecho de violar todos los espacios ya sean comunitarios o privados, bajo el pretexto que ahora ya no son las empresas transnacionales sino el Estado Nacional el dueño de todo y ay! de aquel que se oponga al  “vivir bien” y a la religión telu/cósmica de la coca.

El presidente Evo, (Julio,2009), denunció que las ONGs “usan algunos dirigentes para oponerse y no facilitan las licencias ambientales para que haya más pozos y más petróleo, de qué, entonces, Bolivia va a vivir, si algunas ONG dicen ‘Amazonía sin petróleo’…. Están diciendo, en otras palabras, que el pueblo boliviano no tenga plata, que no haya IDH, que no haya regalías, pero también van diciendo que no haya (el bono) Juancito Pinto, ni la Renta Dignidad, ni el bono Juana Azurduy”.

Hoy, utilizando argumentos capitalistas, desarrollistas y estractivistas, tan vilipendiados en la cumbre climática de Cbba, el Gobierno está procediendo a construir la carretera Villa Tunari- San Ignacio que pasa por el núcleo del TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure) donde, en 1.091.000 hectáreas, viven 64 comunidades de moxeños, yucarares y chimanes. Adolfo Moye, representante indígena, dijo:“La carretera es una amenaza para el territorio, para la preservación de los recursos naturales. Se van a deforestar 1.500 hectáreas de árboles. Afectará a las nacientes de varios ríos, a la flora y la fauna; hay riesgo de que las comunidades puedan desaparecer. Nosotros no creemos que con esa carretera llegará el desarrollo, porque ni siquiera el Gobierno (de Evo Morales) ejecutó un proyecto de desarrollo social en el TIPNIS en los últimos cuatro años”.

En el TIPNIS, aproximadamente a cinco kilómetros dentro de la línea de límite, se encuentran colonizadores que ya depredaron el bosque para las plantaciones de hoja de coca, que según los indígenas es destinada al narcotráfico. En septiembre del año pasado, ni bien se anunció que ya se tenía todo el financiamiento para la carretera, se produjo otra invasión del TIPNIS por parte de colonos quienes se enfrentaron con los indígenas. El saldo de la pelea fue tres heridos y un fallecido.

Pero nada detendrá los objetivos del Gobierno del cambio y por ello ha suscrito un contrato “llave en mano” que ya definió el largo del camino y que, por cuestiones presupuestarias, no permitirá alternativas que tomen en cuenta la elevada fragilidad de la zona, impidiendo contar con un diseño final de la obra, que sea resultado de un estudio estratégico participativo e integrado, que respete las normas constitucionales.

ivan arias duran

ciudadano de la Republica de Bolivia

Miembro de columnistas.net

Enviado por el autor ivan arias duran [ivanariasduran@hotmail.com]

4 comentarios

  • By Arnaldo Lijerón Casanovas, 11 Julio 2011 @ 9:39 am

    Hola Iván:

    Felicidades por tu certera y evidente posición sin remilgos. Hace falta que desde el mismo andinocentrismo salgan esas voces autocríticas como la tuya, estimado amigo. Muchas gracias por ayudarnos a decir que lo que se ha hecho hasta aquí, desde el epicentro burocrático nacional, no es la manera correcta ni justa de hacer país. Los cocaleros no entienden la interculturalidad y son los más impertinentes a ella, pues no respetan a los pueblos indígenas, especialmente del TIPNIS.

    Desde la Marcha Indígena del 90, que aún retumba en la cumbre andina y en las profundas oquedades de las montañas, un abrazo.

    Julio 10 de 2011

    Arnaldo Lijerón Casanovas
    SOCIEDAD GEOGRÁFICA DEL BENI

  • By Marco Octavio Ribera, 15 Agosto 2011 @ 13:22 pm

    DECLARACIONES LIGERAS Y DESINFORMACION

    Marco Octavio Ribera Arismendi
    Biólogo y ecologista Agosto 2011

    En relación a la problemática del camino que el gobierno impulsa al interior del TIPNIS, se han vertido en las últimas semanas varias declaraciones por parte las más altas autoridades del Estado plurinacional, así como de voceros y asambleistas del MAS, e incluso dirigentes de la colonización, todas en un intento de justificar el proyecto desarrollista y de desvirtuar la resistencia del movimiento indígena y las organizaciones ambientalistas. Las declaraciones oficiales que se comentan, son ligeras, desaprensivas y poco meditadas, por tanto tergiversan la verdad y ocasionan una total desinformación y confusión en gran parte de la sociedad. Tampoco los medios de prensa, realizaron un debido seguimiento en torno a la consistencia y veracidad de las declaraciones y afirmaciones vertidas por los dignatarios y voceros de gobierno o sectores, lo cual agudiza el problema.

    En cuanto a algunas de estas declaraciones, queda por demás evidente la escasa coordinación entre los diversos niveles del poder ejecutivo, es más, se observa una falta de asesoramiento hacia los máximos poderes del Estado, por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, en especial a partir de uno de sus Viceministerios que funge como Autoridad Ambiental Competente del país y que se supone maneja dichos temas. En otros casos se evidencia la ausencia de un asesoramiento eficaz en el área económica o de desarrollo.

    A continuación comento algunas de estas poco afortunadas declaraciones:

    1. Palabras del Vicepresidente A. García Linera, citado en un libro sobre el “oenegeismo” recientemente publicado y en referencia al proyecto caminero en el TIPNIS: “Los caminos son importantes para el desarrollo, si alguien llegaría a oponerse al camino Tarija-Sucre, lo sacarían montando en un burro”.

    La comparación es absurda, por no decir descabellada. No se puede comparar una ruta troncal nacional que conecta dos capitales de departamento, con a ruta que partirá en dos el TIPNIS. Para empezar, la ruta Tarija-Sucre, no cruza ninguna área protegida, tampoco una TCO, donde vivan tres grupos étnicos vulnerables por su condición de minoría cultural. Dicha ruta tampoco afecta elevados valores de biodiversidad. A diferencia de la vía en el Beni, la ruta Tarija-Sucre conecta multitud de poblaciones y comunidades y finalmente su trazo sigue en gran parte la ruta mayor ya existente entre ambos departamentos. Estas son las razones por la que dicha comparación es absolutamente “jalada de los pelos” y pocas personas en su sano juicio se opondrían a dicha mejora caminera. Para información del señor Vicepresidente, no es el caso del TIPNIS.

    2. Otra infortunada declaración tiene relación con las desaprensivas palabras del presidente Evos Morales en sentido de que “el TIPNIS no es la excepción: ¿En qué parte del mundo nunca ha pasado una carretera por un parque nacional?”. El sentido de fondo de esta declaración muestra el desconocimiento real del significado de un área protegida y sus limitaciones legales en los ámbitos del poder ejecutivo, lo cual es algo que no ha cambiado desde hace más de diez años.

    En Bolivia, los caminos existentes en las áreas protegidas, o son anteriores a la creación del área (Sama, Tariquia, Sajama), o su construcción fue parte de la creación legal del área (Cotapata), o fueron construidos al margen de la norma, tal es el caso del camino entre Tumupasa y San José de Chupiamonas al interior del Parque Madidi, producto de la gestión prefectural de Chito Valle, y que generó drásticos impactos a ecosistemas muy frágiles.

    Para precisar información, en el mundo, cientos de áreas protegidas y en especial Parques Nacionales, no son atravesadas por carreteras críticas, ni tienen megaproyectos hidroeléctricos o enfrentan riesgos de exploraciones petroleras. En los casos en los que se ha dado la construcción de vías camineras cruzando áreas protegidas, como en Sudáfrica o Estados Unidos, tienen la finalidad de facilitar el turismo regulado, además, dichos países tienen la fortuna de contar con sistemas áreas protegidas fortalecidos y con decidido apoyo normativo y estatal, de manera que el riesgo de ocupaciones ilegales de tierras o explotación de recursos es mínima, cosa que no ocurre en Bolivia, de forma que existen grandes probabilidades de que el escenario futuro del TIPNIS sea un verdadero desastre ecológico y sociocultural. Valga la oportunidad para recordarle al primer mandatario, el estado de olvido, postración y colapso en que se encuentra actualmente el sistema de áreas protegidas en Bolivia y la gestión ambiental en general. Muestra de ello es que el gobierno está violando la norma ambiental boliviana al pasar por alto el Reglamento General de áreas protegidas (Decreto Supremo 24781), que dice textualmente en su artículo 23: En el área que comprende los parques, santuarios o monumentos, está prohibido el uso extractivo o consuntivo de sus recursos renovables o no renovables y obras de infraestructura, excepto para investigación científica, ecoturismo, educación ambiental y actividades de subsistencia de pueblos originarios, debidamente calificadas y autorizadas. En general, las afirmaciones presidenciales son un mal antecedente, puesto que podrían incentivar obras camineras de alto riesgo en otras áreas protegidas de alta fragilidad ecológica, como el Madidi, Carrasco o Amboró. Precisamente, Felipe Cáceres, Viceministro de Descolonización. ha tomado la idea y ha hecho una apología de la contravención a la norma al declarar públicamente que se construirán más caminos en otras áreas protegidas.
    3. El señor Luís Sánchez, Presidente de la ABC y el propio Presidente del Estado, han mencionado con una lógica por demás tendenciosa, que el bosque del TIPNIS “no es tan virgen como se lo quiere mostrar”, lo cual podría significar que “no se perderá mucho si se lo llega destruir” o al menos, que, no es tan importante, como los científicos, ambientalistas e indígenas afirman como para justificar su conservación.

    Pocos espacios naturales son estrictamente “vírgenes” o absolutamente pristinos. A lo largo de la historia, la mayoría de los ecosistemas han tenido interacciones con poblaciones humanas. Un bosque como el del TIPNIS, cuyos recursos naturales son utilizados y manejados de forma regular por las poblaciones indígenas, presentan sendas, picadas, pascanas, taperas, señales de hogueras, incluso algunos árboles cortados o escarificados, etc., también con frecuencia pueden existir vestigios arqueológicos, señal de antiguas interacciones. De cualquier forma su valor es muy elevado, dado que dan prueba de su valor, al ser la base de la supervivencia de estos grupos humanos y no necesitan ser “vírgenes” para justificar su valor e importancia de conservación.

    Hace algunos años, se utilizó este argumento “científico” tendencioso, para reducir la importancia ecológica de un bosque seco en Bolivia y así justificar el paso de un gasoducto hacia el Brasil. Es posible que en la actualidad se pretenda utilizar similar argumentación en el TIPNIS.

    3. En general, el justificativo de que la vía por el TIPNIS sea la llave para el desarrollo regional o la calve para vincular el oriente y occidente del país, es por demás simplista y demagógico. Pero, es aún menos creíble y hasta risible, la explicación de un vocero de gobierno en sentido de que una obra de casi medio billón de dólares, se justifica en términos de facilitar el comercio de carne desde el Beni. De cualquier forma, es por demás explícito, el manifiesto interés del sector colono por la apertura de la vía y ocupación de nuevas tierras, además de los intereses madereros que han rondado la región desde hace décadas. Adicionalmente existen tres bloques petroleros (Secure, Chispani y Río Hondo) superpuestos al TIPNIS y la vía facilitará el ingreso de Petroandina y Petrobras a la región. Es posible que estos sean los elementos de desarrollo que pregonan los funcionarios de gobierno, pero que no se los quiere explicitar.

    En su forma más básica, el empecinamiento del gobierno por la ruta, parecería obedecer simplemente a recurrentes promesas que se hicieron al sector colono desde hace varios años atrás.

    Por otra parte, a pesar de las declaraciones de voceros oficiales del Brasil en sentido de desestimar la importancia de la vía para su tránsito comercial al Pacífico, lo cierto es que el tramo, facilitaría al menos a mediano y largo plazo, la vinculación con el Corredor Norte. A esto se suma el hecho de que Bolivia oferta tierras de fácil acceso y con débiles regulaciones ambientales, de manera que la ruta facilitaría al futuro, el proceso que la Fundación Tierra ha identificado, como la “extranjerización de la tierra”, más aún cuando ya existen grandes superficies de suelos cansados en la región soyera del Brasil, Argentina y Paraguay, y el “agrobussiness” de dichos países busca nuevos espacios de expansión. Es muy posible, que el gobierno aun no ha ingresado en este análisis de riesgo estratégico para el país.

    4.- Es pertinente mencionar las diversas declaraciones de voceros y asambleistas del MAS, tratando de mostrar la marcha indígena como ilegítima, bajo afanes políticos, en el mejor de los casos, como innecesaria. Esto muestra nuevamente, no solo la tendencia a desvirtuar la demanda social, sino que además los decisores no se han tomado la molestia de estudiar la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional. La marcha indígena anunciada para mediados de agosto, ampara plenamente su legitimidad en la nueva Constitución Política del Estado, no solo en los incisos del artículo 30 (Derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos) sino especialmente, en los artículos 135 y 136 sobre la Acción Popular:

    Artículo 135. La Acción Popular procederá contra todo acto u omisión de las autoridades o de personas individuales o colectivas que violen o amenacen con violar derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por esta Constitución.

    Artículo 136. I. La Acción Popular podrá interponerse durante el tiempo que subsista la vulneración o la amenaza a los derechos e intereses colectivos. Para interponer esta acción no será necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir.

    II. Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad y, con carácter obligatorio, el Ministerio Público y el Defensor del Pueblo, cuando por el ejercicio de sus funciones tengan conocimiento de estos actos. Se aplicará el procedimiento de la Acción de Amparo Constitucional.

    5. Se deben mencionar las declaraciones del Vicepresidente del Estado Plurinacional, afirmando que “los indígenas del TIPNIS piden el camino”, posiblemente en base a las declaraciones de unos cuantos habitantes indígenas inmersos en la zona de colonización y disidentes de su propia organización (incluso uno de ellos salió en una fotografía con un pancarta exigiendo el camino, claramente no escrita por el). El discurso fácil peca de una generalización tendenciosa que enmascara la verdad y distorsiona la realidad de la región y del problema. Si damos otra interpretación a las antojadizas declaraciones del mandatario, estas podrían hacer una referencia ambigua a los colonos (eufemísticamente llamados ahora interculturales) que evidentemente sí quieren el camino, pero los cuales, paradójicamente no se identifican o auto denominan como indígenas, sino como campesinos interculturales o simplemente colonos.

    6. Merecen un comentario las declaraciones del dirigente Aliaga de la Confederación de colonos (campesinos interculturales) en sentido de observar las superficie de las TCO´s y sugerir una nueva Ley de tierras que modifique la situación actual. Esta posición emerge casualmente, en relación al conflicto del camino que pretende cruzar el TIPNIS, y la posición de rechazo de las comunidades indígenas en defensa de su espacio tradicional. El reclamo del sector colono es sobre la supuesta enorme superficie de las TCO´s de los pueblos indígenas de la amazonía y oriente del país, en comparación con su densidad poblacional.

    Esta posición, que no es solo enarbolada por el sector colono, incluso personas del ámbito académico han incurrido en esta lógica unidimensionalmente analizada, obedece por un lado a una visión netamente agrarista, es decir que solo considera las superficies de uso agropecuario. Esto a su vez se relaciona con el hecho de ignorar, o se pretende desconocer de facto, la realidad de los sistemas productivos indígenas en las tierras bajas. Los sistemas de sobrevivencia y manejo de recursos de los pueblos indígenas de las tierras bajas, se fundamentan principalmente en la caza, pesca y recolección, si bien la agricultura itinerante es importante, no llega a ser el pilar fundamental de la supervivencia de estos grupos. Esto significa que la caza, recolección y pesca, no se la puede realizar en superficies de 50, 100 o incluso 1.000 hectáreas, lo cual obedece a las características de distribución y relativa escasez de estos recursos en las regiones de bosques tropicales y subtropicales. Por otra parte la agricultura indígena de tierras tropicales tiene estrecha relación con la extrema fragilidad de los suelos pobres en nutrientes, y ello explica también su dinámica itinerante y las bajas densidades poblacionales. Estas son las principales razones por la que los espacios tradicionales de estos grupos indígenas, son y deben ser amplios. Es decir, la dinámica no sedentaria de las poblaciones indígenas y su movilidad en amplias superficies, reducen el riesgo de vaciamiento de recursos y agotamiento de los suelos, permitiendo la regeneración. Pequeñas superficies, la sedentarización, y altas densidades poblacionales, conllevan a escenarios de profundo deterioro de los ecosistemas tropicales y en especial de los suelos, aspectos que nunca han tomado en cuenta los planes o procesos de impulso de la colonización, desde hace décadas hasta ahora. Reducir las tierras de los grupos indígenas de las tierras bajas, significaría condenarlos a la extinción y desaparición cultural, vale decir un etnocidio. Resulta paradójico que se cuestione a las TCO´s que permiten la supervivencia de muchas culturas que hacen que Bolivia sea un Estado Plurinacional, y se sigan permitiendo desbosques, incluso ilegales, de decenas de miles de hectáreas para el monocultivo de la soya transgénica, para beneficio mayoritario de intereses foráneos y una pequeña oligarquía regional.

    7. Finalmente, no merecería ningún comentario especial las palabras del ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo que afirmó que “el TIPNIS, ya no es una reserva natural”. Podría pasar como una plena y total apología de la ignorancia sobre la realidad nacional, caso asombroso en el caso de un ministro de Estado, sin embargo, también deja entrever el nivel de desprecio y soslayo que las autoridades de gobierno confieren al tema ambiental y de las áreas protegidas.

  • By Arnaldo Lijerón Casanovas, 31 Agosto 2011 @ 7:13 am

    Hola Marco Octavio:

    Te felicito y agradezco tus acertadas, honradas y científicas observaciones a las irresponsables como ligeras declaraciones de nuestros mandatarios.

    Habría que pensar en la justicia comunitaria ante tanta barbaridad que se viene escuchando en estos días, pretendiendo vanamente de desmoronar la protesta corajuda de los pueblos indígenas de tierras bajas.

    ¿Qué tal un Referendo Nacional Vinculante para que en el TIPNIS y en las demás áreas protegidas se determine “cero cocaleros”?

    ¡Viva el TIPNIS! ¡Viva la Marcha Indígena!
    Un abrazo,

    Desde Mojos-Beni,

    Arnaldo

  • By Javier Moxo, 21 Septiembre 2011 @ 11:56 am

    No confundan las cosas estimados Moxenos

Other Links to this Post

Escribe tu comentario:

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.